El viaje del Reino Unido hacia la posible introducción de una libra digital, denominada coloquialmente “Britcoin”, ha entrado en una nueva fase. El Banco de Inglaterra (BoE) y el Tesoro de HM publicaron su respuesta a la consulta sobre la libra digital el 25 de enero de 2024, lo que indica un enfoque cauteloso pero progresista hacia la exploración de una Moneda digital del banco central (CBDC) en el Reino Unido.
Este desarrollo sigue a una consulta lanzada en febrero de 2023, en la que se buscaron opiniones del público y de la industria. Se recibieron más de 50.000 respuestas, lo que puso de relieve las preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios, el control de los fondos y el acceso al efectivo.
Privacidad y legislación
Un resultado clave de la consulta es el compromiso con la privacidad del usuario. El Banco de Inglaterra y el Tesoro de HM han asegurado que ninguna institución accedería a los datos personales de los usuarios en el sistema de libra digital propuesto. La legislación primaria garantizaría la privacidad y el control de los usuarios, asegurando la transparencia y la confianza pública.
Mantener el acceso al efectivo
Paralelamente, se ha reafirmado el compromiso de mantener el acceso al efectivo físico. Las autoridades reconocen la relevancia actual del efectivo, particularmente para los segmentos de la población que dependen de él. La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) también publicará un nuevo marco regulatorio para el verano de 2024 para proteger el acceso al efectivo.
Diseño y características
La libra digital tendría como objetivo complementar el efectivo, proporcionando una alternativa para las transacciones digitales. Sería equivalente en valor a la moneda física, accesible a través de billeteras digitales e inicialmente introducida con límites de tenencia. En particular, no ofrecería intereses, lo que la diferenciaría de las cuentas de ahorro tradicionales.
Escepticismo y pasos futuros
A pesar de estas garantías, persiste el escepticismo. Persisten las preocupaciones sobre la privacidad y el posible impacto sobre la estabilidad financiera, particularmente en lo que respecta a las corridas bancarias durante las crisis. El Comité del Tesoro y varias partes interesadas de la industria han pedido planes más detallados y cronogramas más claros.
Los próximos pasos implican más investigaciones y consideraciones de diseño. A continuación, se tomará una decisión sobre si se procede con la libra digital. En caso afirmativo, se establecerá un cronograma para consultas adicionales y un posible lanzamiento, aunque no se espera antes de 2025.
La exploración de una libra digital por parte del Reino Unido se produce en medio de un cambio global hacia las monedas digitales. Países de todo el mundo están evaluando CBDC, cada una con enfoques únicos de privacidad, acceso e integración con los sistemas financieros existentes.
Conclusión
El enfoque cauteloso pero con visión de futuro del Reino Unido hacia una posible libra digital refleja las complejidades de introducir una CBDC. Equilibrar la innovación con la privacidad, la seguridad y las prácticas bancarias tradicionales sigue siendo una tarea desafiante pero esencial.
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